museo arqueológico provincial

SEMINARIO DE INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS

‘MALAKA’ 

5

“CORPUS IBERO-PUNICO”

II

alberto lópez malax-echeverrría juan manuel muñoz gambero ignacio de vicente y lara antonio caruz arenas

PALEOHISTORIA

I

salvador cárdenas sánchez

alberto lópez malax-echeverría

LA CUEVA DE LA SIMA – CASTELLAR DEL CONDADO DE SANTISTEBAN

JAEN

MALAGA. ENERO - DICIEMBRE 1970

PROLOGO

La    investigación    arqueológica     realizada     por     este Seminario, según su plan de estudios perfectamente definido, hace que se        canalice           dentro de dos grandes vertientes que son la Prehistoriay la Protohistoria, excluyendo algún trabajo esporádico como el de MALACA ROMANA, que no son mas que pequeños paréntesis concedidos a nuestra concreta labor.

Los trabajos    de   Protohistoria,     relacionados con la colonización fenicia y sus consecuencias y todo lo referenteal mundo ibérico, como producto de esta delimitación, se agrupan bajo el nombre general de “CORPUS IBERO—PUNICO”, que los define inmediatamente, dando nombrea una de las ramas monográficas en que se divide el citado plan de estudios e investígaci6n.

Por lo que se refierea la Prehistoria,a pesar de habertomado contacto en Málaga con estaciones del Paleolítico, al no estara nuestro alcance y por desgracia creemos que no estén en mucho tiempo, los medios necesarios para realizar un estudio del yacimiento con el necesario rigor científico, se canalizaranlas investigaciones de prehistoria                    exclusivamente hacia    el   Neolítico y   Bronce,   hemos pensado denominartodos estos estudios con el nombre general de PALEOHISTORIA, no obstante de realizarse dentro de los períodos anteriormente citados.

Este yacimiento, en Jaén, supone para nosotros una importante base de estudio, sobre todo comparativo con nuestra provincia, cuyos yacimientos se irán publicando a continuación de este que paradójicamente es el primero no perteneciendo a Má1aga.

Llegó su conocimiento a través de D. Manuel Crespo y su distinguida señora, quienes conocedores desde hace mucho tiempo de la importancia que podría tener la cueva enclavada en sus tierras, intentaban que algún organismo oficial realizara el correspondiente examen de la misma, sin ningún frutoobtenido hasta el contacto con nosotros, que animados por las muestras del material que la señora de Crespo nos enseñaba,y contando con la desinteresada, eficaz y activa colaboración de estos señores, salimos para Jaén.

Todo el pueblo del Condado de Castellar de Santisteban podemos catalogarlo como un yacimiento arqueológico de 1as más variadas épocas.

Guiados por las indicaciones de nuestro respetadoamigo Don Juan de Dios González Carral, cuyas cualidades humanasy vocación arqueológica son motivo de ejemplo, y con la compañía de Don Gabriel Martínez, en su sencillez profundamente atraído portodo lo que se refierea la arqueología, recorrimos todo         el pueblo confirmando    lo anteriormente dicho, de que todo él es un variado yacimiento.

Se volcó toda nuestra atención en la cueva de la Sima motivo de este estudio, y en otro yacimiento, esta vez ibero—romano, cuya publicación es inminente.

La expedición estuvo compuesta por Juan Manuel Muñoz Gambero, AlbertoLopez malax—echeverria, Juan Manuel Fernández Martín, Rafael Jiménez Bueno, JoséLuis Lopez Lopez y los hermanos Pardo Rodríguez, todos componentes de este Seminario.

Creemos que es este el momento de hacer constar nuestro agradecimiento y la mas sincera admiración a los Sres. Crespo por el interés que les mueve a la divulgaci6n de unos restos condenados a desaparecer sin su intervención, así como por las aten- ciones de que fuimos objeto.

Y por otro lado no encontramos palabras para elogiar en justa medida a nuestro amigo D. Juan de Dios González Carral hombre de grandes conocimientos y férrea voluntad, quien a pesar de su avanzada edad no menoscaba en esfuerzos par dara conocer lo que los estudios y la experiencia constante de sus investigaciones continuas le enseñan. Así, en estos últimos años ni su ceguera, ni la audici6n en gran parte perdida son obstáculos para dificultar su benemérita labor, ya que ayudado por los alumnos del Instituto, quienes reconocen en él al hombre docto que satisface y canaliza sus inquietudes científicas, prosigue su incansable  labor,       cuyo      fruto           parcial          vemos                     reflejado            en        una interesantísima obra publicada en el año 1.967, titulada CASTELLAR DEL CONDADO DE SANTISTEBAN, DATOS GEOGRAFICOS E HISTORICOS.

DESCRIPCION GENERAL DE LAS OLLAS

Entendemos por olla un recipiente redondeado que sirve para guisar. Pudiendo no obstante tener otros usos.

Por tanto las condiciones que ha de cumplir para esta misi6n son las siguientes:

      - Ser resistentea los fen6menos de dilatación

      - Poco porosa

      - Tener tamaño apropiado

      - Tener forma apropiada

      - Generalmente tienen cuerpo casi siempre esférico borde mas o menos

      saliente y cuello relativamente corto.

Todo    el    material     clasificado    por     nosotros   con    la denominación genérica de ollas cumple estas condiciones, Observándose además los efectos de haber sido sometidas al fuego. Aunque a veces confunde la particularidad de que este efecto se observe por ambas superficies (internay externa). De lo que deducimos que estos recipientes han soportado dos acciones con fines distintos.

La primera ha sido la cocci6n efectuada con el recipiente invertido (boca abajo) y portanto como consecuencia l6gica afectaríamas a la parte interna de la vasija dándole un tono más oscuro con respecto a la externay a veces llegaría hasta tomar el color negro, clásico de una materia quemada que hemos denominado negro betún con el fin exclusivo de hacernos una idea de carácter comparativo.

La    segunda    acci6n    viene   representada     por    el    uso especifico de estas vasijas que afectaría de forma casi exclusiva a toda la superficie externa de manera condicionada, es decir, mientras que el 

interior presenta los efectos del fuego de forma constante en toda la superficie, caracterizado por un color bastante uniforme ya que al estar invertida la vasija, la temperatura llega a su fase culminante, no ocurriendo lo mismo con el exterior que siempre quedaría en tono mas claro por haber quedado mas “crudo”. E1 exterior toma diversas tonalidades por el fuego debido al uso, según las zonas. Fenómeno fácilmente comprensible si imaginamos uno de estos recipientes en el momento de ser usado.

Siendo el cuerpo de forma mas o menos esférica, la acción del fuego será máxima en la parte inferior destruyendo en su acción continuada el alisado o bruñido que pudiera tener.En la zona media, es decir, en la panza, podemos trazar un eje imaginarlo en su perímetro máximo de forma que cortea la vasija en sentido horizontal.A partir de la base hasta este eje observamos que la acción destructiva del fuego disminuye sensiblemente.Y desde el eje hasta el cuello los efectos son mínimos porque la llama no incide perpendicularmente sobre la superficie, no ocurriendo lo mismo con los bordes cuando son salientes. Por lo tanto la parte menos afectada es el cuello.

Todo esto es fácilmente observable cuando encontramos las ollas   completas        o        por               lo   menos     cuando pueden    restaurarse consiguiendo una sección original completa, pero en nuestro caso ello no es factible porque el material de que disponemos solo son fragmentos que no llegan a completar el recipiente. Pero sí podemos incluir un tercer efecto que explicaría las irregularidades observadas en algunos de estos fragmentos que se salen de las observaciones practicas efectuadas anteriormente.

Estos hallazgos proceden en su totalidad de la recogida superficial efectuada en el yacimiento que como hemos especificado en las descripciones generales se encuentra removido por los visitantes de diversas épocas.

Muchos de estos recipientes al rompérseles a los usuarios pudieron quedar algunos fragmentos cerca del hogare incluso dentro del mismo y de ahí las anomalías de color encontradas en algunas piezas.

Vistas las causas que más directamente han influido en estos recipientes podemos hallar una afirmaci6n observando las roturas, en las cuales se aprecian tres partes perfectamente identificables. Una central de bastante grosor con respecto a las dos laterales (internay externa).