El pozo del campillo

Descubierta en 1947, en el lugar llamada El Campillo. Tiene una longitud de 50 m x 2’5 de ancho, bordeada por escalones laterales lo que parece indicar que fuera calle de una ciudad de la que se ha descubierto diversas viviendas y un pozo rectangular unido a un depósito; existe una segunda calle perpendicular a la anterior en cuyo cruce se desenterró una basa de columna, quizá de un importante edificio público allí situado



Otros hallazgos han sido los de una necrópolis, con un pozo de 6 m. de profundidad y 1’5 de diámetro que tan solo contenía cenizas, por lo que parece sería un fosa común para el enterramiento de esclavos. Pedestales de estatuas y capiteles de columnas que nos hablan de la importancia del asentamiento romano.

En 1967 se descubrió una escultura de bronce que representa un sacerdote, parecida a los exvotos ibéricos del Santuario; con una diferencia importante: tiene una base que la mantiene de pie, mientras que en las del Santuario tenía un macho para ser clavado en tierra.



Desde el Campillo hasta el río Guadalimar los hallazgos funerarios han sido numerosos y de diferentes épocas romanas, del siglo II al IV de nuestra era. El más importantes, descubierto en 1861 son las sepulturas de los Fulvios, realizada por encargo de sus hijos (Fulvía Germana y Fulvio Sueto) para sus padres Lucio Fulvio Camalo y Milia Presentina, según se lee en la tapa de piedra que cubría la sepultura. A poca distancia se han encontrado sepulturas de cerámica o cistas que formaban parte de un importante cementerio.